Antes de colocar un solo ladrillo, una obra ya puede estar destinada al éxito… o al conflicto.
En arquitectura y construcción, los errores más costosos se gestan antes del arranque: cuando se subestima la planificación, se improvisa en los planos o se arranca sin un rumbo definido.
En CREVAL, sabemos que una ejecución impecable empieza mucho antes del primer día en campo.
1. No empieces sin documentación ni aprobaciones
Iniciar una obra sin planos definitivos, permisos o especificaciones aprobadas es uno de los errores más comunes —y también más caros—.
“Empezar sin estos elementos genera improvisaciones, retrabajos y sobrecostos que afectan el cronograma y la calidad final”, explica la arquitecta residente del proyecto Interbank Pro.
Cada documento, cada firma y cada plano validado son parte del control que asegura una construcción ordenada y sin sorpresas.
📑 La documentación es el cimiento de toda planificación sólida.
2. No arranques sin un cronograma ni responsables definidos
Construir sin cronograma es construir sin brújula.
Cuando no hay una secuencia clara de actividades ni responsables asignados, se pierde coordinación entre especialidades y las decisiones se vuelven reactivas, no planificadas.

Un cronograma bien diseñado permite visualizar los hitos, prever interferencias y mantener alineado a todo el equipo, incluso en entornos con múltiples contratistas.
🕓 Un día más en planificación puede evitar semanas de retrasos.
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3. No subestimes la etapa de planificación
A menudo, se busca “ganar tiempo” iniciando antes de cerrar planos o definir alcances. Pero esa aparente rapidez se paga después con correcciones, retrabajos y conflictos.
La planificación no es un lujo, es una inversión.

“Interactuar a tiempo con los interesados, definir cronogramas y alcances es lo que marca un buen punto de partida”, enfatiza la arquitecta.
La experiencia demuestra que el tiempo dedicado a planificar se traduce en eficiencia, ahorro y confianza durante toda la ejecución.
4. No dejes detalles al aire, por más pequeños que parezcan
Un punto eléctrico mal ubicado, una cota inexacta o un acabado no definido pueden generar un efecto dominó que altere toda la obra.

La coordinación entre especialidades es clave: arquitectura, instalaciones, mobiliario y acabados deben hablar el mismo idioma antes de llegar al campo.
📐 En construcción, los pequeños descuidos se convierten en grandes problemas.
5. No inicies sin alinear al equipo
La claridad no solo es técnica, también es humana.
Todo el equipo —desde arquitectos hasta supervisores— debe entender los objetivos, los tiempos y las prioridades.

“Dedicar el tiempo necesario a planificar y alinear al equipo antes del arranque es clave. La claridad desde el inicio es la base de un proyecto exitoso.”
Una reunión extra antes de empezar vale más que una semana de correcciones.
🧭 En CREVAL, creemos que una obra bien planificada no se nota: se siente.
Porque cuando la planificación está bien hecha, el proyecto fluye, los equipos se comunican y los resultados se construyen con precisión.
