El desafío fue transformar un área técnica en un espacio funcional e innovador que combine eficiencia operativa con la experiencia del cliente. La propuesta buscó romper el molde de un taller tradicional para convertirlo en una vitrina viva del trabajo de Kamasa.

Se diseñó un espacio abierto y transparente con mesas de trabajo expuestas, una zona de exhibición con mesa central y acabados en colores corporativos y vinilos estratégicos. El mobiliario a medida, como el mueble de herramientas, optimiza procesos y refuerza la identidad de marca.

El resultado es un área multifuncional donde técnica y experiencia se complementan: un taller que optimiza procesos internos y, al mismo tiempo, comunica calidad y confianza a cada cliente.