En pleno corazón de San Isidro, Centenario nos confió la habilitación de 1 400 m² en la Torre Central de Camino Real. El reto fue transformar dos niveles de casco vacío en oficinas listas para crecer y adaptarse a las necesidades de la empresa.

Nuestro equipo ejecutó un plan integral que incluyó demolición, tarrajeo, construcción de tabiques de drywall, instalaciones eléctricas, enchapes y acabados de pintura. La clave estuvo en coordinar múltiples especialidades —electricidad, sanitarios, climatización y arquitectura— bajo plazos ajustados, asegurando uniformidad y precisión en cada detalle.

El resultado fue un espacio moderno, flexible y funcional, preparado para futuras implementaciones sin perder estética ni orden. Este proyecto demuestra nuestra capacidad de integrar técnica, planificación y ejecución con un mismo objetivo: crear valor en cada metro cuadrado.